¿El deporte no cura la depresión?
Aunque el deporte ayuda a superar la enfermedad, no es la única medida que se
debe tomar para combatir la depresión.
Son muchos los especialistas, que se refieren a la práctica de ejercicios
como el
"antidepresivo más potente que existe", ya que mejora
la salud en general y hace que el paciente se sienta mejor con su cuerpo y
consigo mismo, recuperando la autoestima que posiblemente perdió, explican los
especialistas. Por ello el ejercicio siempre es recomendado tanto para curar
como para prevenir la depresión.
Es verdad que quien está deprimido no tiene precisamente ganas de
ponerse a hacer deporte, pero en lo posible y a medida que mejora el cuadro,
los pacientes pueden acostumbrarse y beneficiarse enormemente de el ejercicio que sea,
de acuerdo al doctor Arkader, especializado en el uso del deporte para
tratamiento de la depresión en enfermos cardíacos.
"Esta mejora es objetiva, no solo se mide porque la persona haga
ejercicio y diga que se encuentra mejor, sino que podemos medirla con
marcadores en sangre", explica el experto.
¿Qué actividad es más recomendable?
Los expertos dicen que cualquier tipo de actividad física ayuda, pero en
especial aquellas que son aeróbicas: caminar, correr, montar en bici y,
aún mejor, las que se realizan en grupo, sea reunirse para jugar a
deportes de equipo o bailar. Ver a los amigos supone una motivación y una
excusa para socializar, algo que es fundamental para la persona deprimida.
Aunque la depresión pueda incluso ser una condición que acompañe al
paciente de por vida, eso no quiere decir que la batalla no se pueda ganar más
allá de las recaídas. Cada episodio tiene cura.
Los deprimidos que ponen fin a su vida son una minoría, pero no por ello
la depresión deja de suponer un importante riesgo: afecta a unos 350 millones
de personas en todo el mundo, de las que unas 3 mil personas ponen fin a su
vida diariamente, calcula la OMS.
Y la organización revela más cifras: cada año se suicidan casi un millón
de personas, lo que supone una muerte cada 40 segundos. De cada 20 personas
intentan suicidarse por cada una que lo consigue. El dato aún más grave es que
en los últimos 45 años las tasas de suicidio han experimentado un aumento del
60% en todo el mundo.
Ojo: si alguna persona da señales de estar profundamente deprimida,
sea hablando de suicidio o de que "no vale la pena seguir adelante",
es urgente buscar ayuda médica.
Aunque es conveniente respetar la voluntad del paciente, el tratamiento
suele incluir medicación y terapia, y en casos graves puede ser
necesaria la internación o que el paciente esté vigilado
Psic. Carolina González Mtz.
Terapia psicológica & emocional.
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